domingo, 18 de febrero de 2018

ANDALUCIA Y SU FAMILIA

ANDALUCIA  Y SU  FAMILIA


 Cuando alguien me pregunta,
cuál es la tierra mía
no digo nunca Sevilla,
digo  Andalucía.

Pues si Sevilla es la madre
que me dio ciudadanía,
las otras siete provincias
que forman la geografía son,
por vínculo de raza,
o mis tios, o mis tias.

Y así tengo una familia,
con más o menos riquezas,
pero que nadie les gana,
en la gracia, y la belleza.

Mi tío Cádiz, el marinero,
flor de la marinería
con su barquito velero
va cruzando la bahía,
aquel que cuando está triste
casi nunca se le nota,
ya que remedia sus males,
celebrando carnavales,
con coros y chirigotas.

Mi tía Huelva, la choquera,
madrina de Juan Ramón,
plataforma marinera,
de donde salió Colón
llevando tres carabelas.
Flamenca de blanco y verde,
soñadora y cantarina
donde el Alosno y Valverde
suenan por las cuatro esquinas.

Mi tía Córdoba, la hermosa,
amor de luna y lucero
sultana de Abderramán,
novia de Julio Romero,
que siendo reina y sultana
se escapó de la Mezquita
para hacerse cristiana.

Mi tío Jaén, el minero,
hombre flamenco y viril,
siempre mirando a la tierra
al resplandor de su candil,
siempre cantando las penas
de su penoso vivir.
Mi tío Jaén tiene un niño
entre Baeza y Linares,
moreno verde aceituna,
color de los olivares;
y una niña, La Cazorla,
cruce de sierra y jardín,
la que hace muchos años,
se le ocurrió hacer pipí,
y a lo largo a la niña,
le llaman GUADALQUIVIR.

Mi tía Almería, la pobre,
la más pobre de mis tías,
siempre arrimadita al mar
huyendo de las sequías.
Pero pronto lloverá,
los campos florecerán
y llegará un nuevo día,
¡ que se vuelva la más rica,
la pobre de mi tía Almería !.

Mi tía Granada, la guapa,
viuda de Boabdil,
que llora en sus minaretes,
y cantando en el Albaicín.
Porque mi señá Graná
tiene una pena escondía 
que la tiene trastorná,
cuando por la noche canta
en la torre de la Vela,
García Lorca se levanta,
y el Sacromonte le baila
al son de sus castañuelas.

Mi tía Málaga, la bella,
cosmopolita y coqueta,
que tiene por falda el mar
y la sierra por peineta.
Capricho de sol y luna
donde no existe lo gris,
donde el turista extranjero
se tiene que descubrir,
aunque no lleve sombrero.

Son dos primas, muy bonitas,
a las que quiero como hermanas,
por esta y otras razones,
de cariño y simpatia
también tengo yo dos primas
en la costa africana
Ceuta, de mi tío Cádiz,
Melilla, de mi tía Málaga.

Cuando alguien me pregunta,
cuál es la tierra mía,
no digo nunca Sevilla,
digo siempre ¡ Andalucía !


Rebuscado y recopilado por:


MANUEL ARTERO CORTES 
                

Pasión por el toreo: CONCEPTOS,DEFINICIONES Y TERMINOS TAURINOS PRIMERA...

Pasión por el toreo: CONCEPTOS,DEFINICIONES Y TERMINOS TAURINOS PRIMERA...:     CONCEPTOS, DEFINICIONES Y TERMINOS TAURINOS   A TENER EN CUENTA CUANDO <SE VE UNA CORRIDA DE TOROS> ...

viernes, 7 de abril de 2017








MOMENTOS ESTELARES

DE LA TAUROMAQUIA

Antoñete y "Cantinero"

por Vicente Zabala



El San Isidro de 1.985, con Manolo Chopera como empresario, fue uno de los más triunfales que se recuerdan. El 7 de junio puso la guinda Antoñete con "Cantinero". La plaza de las Ventas vibró como muy pocas veces lo ha hecho al compas de un torero de menchón blanco, ya entonces cincuenton, capaz de hacer el toreo con una pureza conmovedora.  Aquellos gritos del ¡torero, torero!, tan auténticos, sonaron como un estruendo expresando el gozo colectivo.  Vicente Zabala, el crítico prematuramente desaparecido, tabién él emocionado, nos retrotrae casi vente años en el tiempo al dar cuenta de aquel momento mágico.

Y hemos llegado al final de esta larga feria, inteligentemente planeada...
Ha sido hábil, ha dado muestra de veterinaria y magisterio el empresario vasco en esto de no caer en la tentación de redondear unos pocos carteles, dejando otros veintitantos en cueros, y para broche ha dejado la traca final de enfrentar en el mismo cartel a Antoñete y a Curro Romero...
Manolo Boninchón, de la cuadrilla de Antoñete, está formando la marimorena con otro subalterno de categoria, Martin Recio, Boninchon o Montoliú, como también se le conoce, ha tenido una enorme actuación con las banderillas  en el cuarto de la tarde.  Despacioso, torero, tranquilo, reuniéndose con toro perfectamente después de haber ganado la cara previamente con un sentido impecable de los terrenos, para acabar asomándose al balcón despues de juntar las manos y clavar mirando entre los brazos con una toreria, un gusto y un dominio de la suerte verdaderamente asombrosos en tan joven maestro. Valencia, ¿qué grande eres dando artistas al toreo!.
Sale  "Cantinero" de la ganaderia de Garzón. Un toro para la historia... Tras la apoteosis de su banderillero valenciano, Antoñete se dispone a dictar su lección de profesor a punto de despedirse de la cátedra.
La faena, por encima de los pases, por encima de la geometria torera, tuvo el aroma de la solera, de unos modos, de unas formas que se están perdiendo para siempre, daba gozo de ver a Antoñete caminar hacia el toro, dándole las distancias con majestad, entre series y series, sintiéndose, interpretando, pletórico de torera grandeza, de solemne ritmo, principalmente en el inicio de sus pases, con una cabeza despejada, sindejar que le agobiara la emoción que se le venia a los ojos en los remates de los pases de pecho. 
Muy Torero, muy seguro, muy maestro.  Esto de hoy a una edad verosimil -¿verdad Antonio que no lo habías soñados ni tú?-, es un milagro.
La faena no es para narrarla pase por pase, muletazo por muletazos, sino para interpretar el conjunto de un quehacer realmente emotivo. 
El torero ponia alma, pero también el público apoyaba con el corazón, ilusionado en este postrero triunfo del torero en Las Ventas, en el ruedo madrileño. Cuando mató de un pinchazo y una estocada aquello fue un delirio.
Los tendidos se poblaron de pañuelos.  los gritos de torero, torero, torero, salian a borbotones de las gargantas.  Antoñete fue obligado a dar dos vueltas al ruedo, al final sacó a saludar a Martin Recioy a Manolo Boninchón.
La ovación se hacia interminable.  Las lagrimas estaban en todos los ojos, también en los de los propios toreros.
Al concluir la corrida auparon a hombro a Antoñete... el diestro madrileño del mechon blanco salia por última vez por la Puerta Grande en una feria de San Isidro.  DEra un hermoso y vibrante broche final a una larga carrera profesional.
Su plaza de Las Ventas... le despedia hoy con el emotivo aplauso que habia ganado con su apasionada entrega, doblemente valiosa en una edad realmente inverosimil para ejercer esta dificilisima profesión.


RECOPILADO POR MANUEL ARTERO 
   


 





LOS TOREROS 

DE MI MEMORIA

por Joaquin Jesus Gordillo



 ... Y  SEVILLA


Sensu contrario" con el poema de Manuel Machado, el último verso de su Andalucia es tal que el pórtico de la primavera: " ...y Sevilla.
Resulta curioso cómo durante la mayor parte de los años que viví en la capital bética he "picoteado" en el abono, mientras, en el tiempo en que ha resistido en Madrid o en Málaga, asistía a la feria taurina desde el Domingo de Resurrección hasta el "lunes de resaca" -mientras la fecha duró-. Podia elegir los carteles gracias a deferencia y a la ayuda inestimable de Pepe Bermejo y de Eugenio,
dos pilares de la empresa Pagés antes, ahora y siempre.
La televisión -Via Digital, TVE y Canal Sur- complementaba mi necesidad de gustar el ciclo de abril en vivo o "en directo".  Y en estas que la memoria de hoy se traslada hasta el ecuador de los ochenta. En el año en que Espartaco pisó el primer escalón de su ascensión irresistible yo quiero recordar a otro torero rodeado siempre de circunstacia singulares.
El dia de San José de 1.985, Rafael de Paula, fue detenido tras su actuación en el Puerto el gesto de la autoridad no venia provocado por algun remedo paulista de la sombra legendaria de El Gallo. Las razones eran otras y tenia el tinte de un "romancero gitano"  amores rotos, infidelidades, obligación cultura de restaurar el honor mancillado.
El 7 de abril de 1.985, Rafael de Paula estaba contratado en Sevilla para matar una corrida de Torrealta, el excepcional diestro de la calle de Santiago habría de asumir el rol de testigo en la ceremonia de alternativ de Lucio Sandin, quien habia perdido el ojo derecho en el mismo escenario un 12 de junio, dos años antes: doctorado a cargo de Curro Romero.
Los pupilos de "El Tañanejo" no fueron un obstáculo, pero la tarde no salió redonda por el discurso gris del padrino y el mal uso de la espada del toricantano, que no terminaria de entrar en Sevilla, que casí lo prohijo, pese a su naturaleza madrileña, hasta el San Miguel del año siguiente -27 de septiembre de 1.986.- ciclo en el que cortó una oreja a un buen "arranz"  de Ramón Sánchez y asi el protagonismo del dia 7 "per se" y "per accidens", fue todo para Rafael.
Los abogados del torero lograron su libertad provisional, y a la hora lorquiana el de Jerez ocupaba su lugar en el costado derecho del desfile ritual.  Una ovación cariñosa recibió su andar cansino y personal camino del palco y, yo, a lo largo de todo el festijo, el público estuvo con el sus cuitas, y Rafael se entregó como pocas tardes; cominión que trajo aparejado el hecho  de dar una vuelta al ruedo entre el fervor popular, pese a haber oido un recado del úsia; que de otra manera... ¡quien sabe!. 
Pero como todo, lo que se me viene a las mientes y argumenta mi relación semanal con ustedes, los lectores, es un quite inolvidable en el toro que cerraba la corrida.  En el patrimonio artistico de la fiesta de los ochenta todavia era posible asistir a la represerntación del "quite del perdón".
Y, aunque la filisofia del caso de que nos ocupa no respondiera exactamente a esa idea, lo cierto es que Rafael abrochó aquella tarde haciendo la "verórica de mármol" que dijera Pepe Alameda:  "Rafael de Paula, que sí lo es -gitano-, produce, cuando logra la estilización buscada, un toreo de capa tan geometrico e impecable que acaba de resultar deshumanizado, adquiere una calidad marmórea.  Ya no es la verórica , es el mausoleo a la verónica.  Una forma,  in extremis. Una forma terminal después de la cual  no parece que puede haber nada. El canto del cisne. La caída de la Casa  de Usher. Tras el marmol, ceniza. Drama sin futuro. Algo demasiado literario para ser resueltamente popular. Se explica que los escritores, más que las masas estén con él".
La verónica gitana de aquel 7 de abril de 1.985.  Y aunque me parezca de ayer mismo, va camino del cuarto de siglo.


RECOPILADO POR MANUEL ARTERO    

LOS TOREROS DE MI MEMORIA



LOS TOREROS 
DE MI MEMORIA

POR JOAQUIN JESUS GORDILLO.-

EL MAESTRO DE LA ISLA

  
"Pero la suerte nunca fue su aliada"

A poco del doctorado y rosáceos aún y turgente los labios de la herida que sufrió en el Corpus granadino, cae otra vez en Pamplona, por San Fermin -el dia 8 de julio se ha cumplido medio siglo largo-.  Un cornalón de caballo, tanto que estuvo varios dias entre la vida y la muerte.
Pero levantó cabeza, ¡vaya si la levantó!: en un plazo de poco más de un año abrió la Puerta Grande de Madrid y, cuando la temporada declinaba, se asomó al curso del Guadalquivir, a hombro de los costaleros, despues de cortar un rabo.  Y con Luis Miguel y Antonio Ordoñez en el cartel... ¡qué era mucho torero Rafael Ortega!.
En el último número de junio de 6 Toros 6, recordaba la temporada de 1.967 y calificaba el años de "muy especial".  Bien, pues el Maestro tampoco se quedó atrás en el palmare de aquellos doce meses, "pero la suerte nunca fue su aliada".
Más antes de entrar en el detalle del argumento de la columna no sobrará un paseo breve por la historia del personaje: solvencia y clasicismo.
Rafael Ortega llegó a la alternativa siendo un mozo cuajado; los toros le hirieron, inmisericordes, una y otra vez, no tuvo jamás la figura apolinea que parece ser requisito indispensable en el oficio; pasó con dificultad extrema la cifra de las cuarentas contratadas por temporada y hubo de volver a los ruedos, mediado los sesenta, para que la "critica" lo considerara un "torero de culto".
En medio quedan el triunfal San Isidro del 53 y la Puerta Grande de la funsión del Motepio de Toreros, protagonizada en solitario; los "Miuras" de Sevilla -acartelado con Domingo Ortega,  Manolo Vázquez,  Antonio Ordóñez, César Girón...-, ¡entonces las FIGURAS, y escribo con mayúsculas, mataban "los Miuras"!; dos rabos en el coso de la Maestranza; los triunfos sitemáticos en la Ventas; dos orejas más a otro toro de "Zahariche", a la vera de Al-Wadi-Al-Quevir. 
Todo hasta que las cornadas y el olvido empresarial le llevaron a colgar el vestido ceremonial, lucido siempre con dignidad, pureza y hombría.
Volvió en 1.966.  Cuando su fe de vida rezaba que el Maestro habia cumplido ya los cuarenta y cinco años, y tornó asolerado, sabio medidor de los terrenos, puro, reposado, clásico, dominador, templado, eficaz, elegante...; tanto con el capote como con la muleta y con la espada "con estilo, con entrega, con un impetu joven, con un valor seguro y una solera antigua, clásica y olvidada" -que escribió Angel Fernando Mayo-.
25 de mayo de 1.967 la corrida de la feria de Madrid hace la número trece. ¡Para que luego digan!... Cuatro toros de Miguel Higuero y dos de Juan Antonio Alvarez para completar el sexteto.
Sánchez Bejarano, que se doctora en Tauromaquia, ha cortado dos orejas y Rafael Ortega, padrino de la ceremonia, otras tantas.
"Pero la suerte nunca fue la aliada del maestro de la isla...; y aquella faena, inolvidable para quienes las vivimos, monumento al clasicismo, a la pureza y al valor, pasó a un segundo plano -¿se puede entender tal desafuero?- porque, al dia siguiente, los titulares de primera plana se los llevo Curro Romero, que se negó a matar un toro y habia dado con sus huesos en la cárcel".
Pasada la raya del tercio.  Entre el nueve y el diez. Que yo lo vi.  y muchos más, testigo afortunados. Y hasta hubo quien contó los muletazos, veintidós: pases hondos, ligados, con el engaña terso, sin más doblez que el fruto de haber dormido en el esportón, "cosido -que diria Alameda- sin que se vea el hilván".  Y la estocada arriba.
"...pero la suerte nunca fue su aliada".   

 RECOPILADO  POR   MANUEL ARTERO.-





 LOS TOREROS 
DE MI MEMORIA

POR JOAQUIN JESUS GORDILLO

Abril del 68


 
El de 1.968 es un año que, a niveles sociales, ofrece una memoria histórica que valdría la pena evocar en otro momento y que, en lo puramente taurino, viviendo como estamos en plena feria de Sevilla, me hace invocar ahora circunstacias inolvidables.
Pero el 68 "comenzaba un mes antes".  3 de marzo. El viejo Acho, nacido de la mano del virrey Amat -enamorado de la fiesta de los toros y de una cholita, la Perricholi, que olia a jazmin y tenia el color de la canela- veia extinguirse la vida de Pepote Bienvenida; él, a quien los toros no hicieron jamás. 
Se le rompio el corazón después de clavar su último gran par.
Un mes y once dias después comenzaba el ciclo sevillano.  Y de entre una larga serie de hechos y personajes la memoria se centra en el dia 27 de aquel abril del 68.
TVE ofrecería la corrida de la feria en directo.  En el cartel, César Girón, Miguelin, Zurito y El Pireo.   Y en los chiqueros ocho toros con el hierro de Germán Gervás.
Yo no olvidaré aquella jornada jamás porque escribo sobre mi debut como comentarista de una transmisión en directo, la esencia de la televisión.
Lo he contado antes de ahora:  "La mañana del 26 de abril José de las Casas -un periodista de una pieza-, director de los servicios informativos, me llamó a su despacho.  Debia de bajarva la segunda planta donde estaba ubicada la Dirección General porque me esperaba un joven Adolfo Suárez, a la sazón director de la primera cadena.
-Como sabes, estamos transmitiendo la feria. ¿Te atreves a comentar la proxima corrida?, me preguntó sin explicaciones alguna ni pausa previa.
Asentí, y Adolfo Suárez levanto el telefono y curso una orden al departamento de dietas...".
Durante el vuelo Madrid Sevilla trate de dominar mis nervios enfrascándome en la lectura de todos los periodicos que cayeron en mis manos. Las crónicas del festejo del dia 26 hablaban de la apoteosis de un Diego Puerta que estaba barriendo en el ciclo.
El dia 20 habia cortado sendas orejas a la corrida de Cuadri, y el 25 otra más a una res vazqueña de Benitez Cubero.
 El 26 llegó el cenit:  dos orejas y rabo a un toro del marquez de Domecq.
La informaciones que releia contaban que la banda de musica habia tocado cuando Diego Puerta terminó su intervención con el capote: Larga afarolada de hinojos, veróricas, chicuelinas, serpentinas, y revoleras.  Gloria del primer tercio que no paledeció con la muleta ni a la hora suprema que pone fin a la lidia.
Yo leia y volvia a leer, y soñaba con un fasto semejante para mi debut como comentarista.  y,  al cabo, me vi en Sevilla; bigotera en mano, frente al monitor, sobre el practicable situado en la Puerta del Principe.
El Palco de los Maestrantes lindaba con mi posición.  Las miradas inquisitivas aseteaban a aquen joven desconocido, acostumbrados los ocupantes del palco VIP a la persona de Lozano Sevilla.
El de Germán Gervás fue un manso de libro. Yo trage saliva y, bisoño, me atreví a afirmar rotundo: "Si le das las adentros, le corta las orejas", (Estara grabado en alguna vieja cinta archivada en el voltio).
Miguelin vio claro al toro de embestida incierta y peligrosa; lo cerró entre la Puerta del Principe y el burladero de los médicos, dio la espalda a los medios e inventó una faena como he visto muy pocas.
Cortó las dos orejas; pero debieron darle el rabo.
Abril del 68. Gracias a Miguelin y a mi osadia, mi vida profesional cambió, como mundaría una buena parte del mundo de Occidente, un mes más tarde.

   

RECOPILADO POR   MANUEL ARTERO